No la buscaban ni sospechaban su existencia. Sin embargo aquella isla pasó a convertirse, para los cinco náufragos del globo fugitivo, en una tierra de salvación y de increíbles descubrimientos y aventuras. Junto con el sabio ingeniero Cyrus y sus audaces amigos, el joven lector se interna, con La isla misteriosa en un universo rico en acontecimientos y plagado de suspenso, en el que la inteligencia y el valor del ingeniero son artífices primordiales.
Julio Verne cierra así la admirable trilogía iniciada con 20.000 leguas de viaje submarino y Los hijos del capitán Grant. Los interrogantes que, en aquellos libros, quedaban abiertos, reciben en La isla misteriosa una respuesta que los lectores aguardaban ansiosos.
Esta curiosidad añade un elemento más de interés a un libro que, por sí solo, posee ya cuanto caracteriza a una obra con vocación de perennidad.
No la buscaban ni sospechaban su existencia. Sin embargo aquella isla pasó a convertirse, para los cinco náufragos del globo fugitivo, en una tierra de salvación y de increíbles descubrimientos y aventuras. Junto con el sabio ingeniero Cyrus y sus audaces amigos, el joven lector se interna, con La isla misteriosa en un universo rico en acontecimientos y plagado de suspenso, en el que la inteligencia y el valor del ingeniero son artífices primordiales.
Julio Verne cierra así la admirable trilogía iniciada con 20.000 leguas de viaje submarino y Los hijos del capitán Grant. Los interrogantes que, en aquellos libros, quedaban abiertos, reciben en La isla misteriosa una respuesta que los lectores aguardaban ansiosos.
Esta curiosidad añade un elemento más de interés a un libro que, por sí solo, posee ya cuanto caracteriza a una obra con vocación de perennidad.
